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En Sonorilo, te acompañamos en tus procesos de cambio personal permaneciendo a tu lado ante los diferentes desafíos de tu vida, para que puedas vivirlos de una manera más auténtica y plena. Utilizamos la Terapia Gestalt, el Análisis Psico-Corporal Interactivo y la Sonoterapia con Cuencos Tibetanos para que puedas descubrirte, aceptarte y transformarte.
La Terapia Gestalt es una forma de acompañamiento que te ayuda a estar más presente en tu vida. Nos enfocamos en lo que sientes, piensas y haces en este momento, sin distraernos con el discurso sobre el pasado o el futuro. A través de un diálogo honesto y la exploración de tus emociones, buscamos que tomes conciencia de ti, de tus relaciones y de cómo interactúas con el entorno. En este proceso, descubrirás nuevas formas de afrontar los desafíos desde un lugar más auténtico y pleno, permitiéndote vivir una vida más consciente y satisfactoria.
Las sesiones se realizan en una esterilla en el suelo, en ropa interior para observar las compensaciones posturales del cuerpo. A través del contacto físico y la liberación de la voz, se deshace la tensión muscular y se liberan las emociones ligadas a las corazas musculares. Es un proceso profundo que, aunque puede generar cansancio y dolor muscular temporal, ofrece una transformación significativa y permanente en tu bienestar emocional y físico.
Los Cuencos Tibetanos emiten sonidos armónicos que pueden alterar nuestra frecuencia de vibración, elevando nuestra energía y promoviendo la relajación profunda. En un baño de sonido, tu cuerpo, mente y espíritu se sumergen en un entorno sonoro que alivia el estrés, reduce la ansiedad y favorece la conexión con tu esencia más profunda.
Durante esta actividad pasiva, no tienes nada que hacer, simplemente permitir que el sonido y la vibración hagan su función. Habitualmente se experimenta una reducción significativa del estrés y la ansiedad, alcanzando un estado de calma y claridad mental. Las sensaciones de plenitud y tranquilidad son comunes, brindando una experiencia de bienestar integral.
Para realizar un baño de sonido en grupo, necesitamos una sala tranquila y libre de ruidos externos, donde las personas puedan sentarse o, preferiblemente, tumbarse en esterillas. Este entorno propicio asegura que todo el mundo pueda disfrutar plenamente de los beneficios del sonido.
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